La primera característica de una persona equilibrada es que piensa en su valor personal.
Todos tenemos esperamos un buen trato de los demás. Pero la verdad es que no podemos decidir si el trato será bueno o malo, lo único que podemos hacer es fomentar buen trato de nuestra parte hacia las otras personas, con esto la tendencia es que nos traten de la misma manera.
El filósofo griego Plutarco, escribió: «Como las abejas extraen miel del tomillo, la más fuerte y seca de las hierbas, los hombres sensibles suelen sacar ventaja y provecho de las circunstancias más extrañas». Las personas con equilibrio ven oportunidades en todo lugar.
Casi todas las personas pueden ver los problemas. Para ello no se requiere nada especial. La persona con equilibrio tiene su mente puesta en las soluciones, ve una solución ante cada problema y una posibilidad en cada imposibilidad.
El dar es siempre será bueno, si das amor, das cariño, y das a los que no tienen te hará una mejor persona, recordemos que mientras más da la persona, mejor su actitud y mejor su relación con la vida. La diferencia no está en lo que se tiene, sino en lo que se hace con lo que tiene.
Los sueños que se han hecho realidad son el resultado de personas que se aferraron a sus objetivos que se negaron a desanimarse y que con fuerza y equilibrio, no permitieron que el desaliento les pusiera la mano encima. Los desafíos sólo los estimularon a un mayor esfuerzo, pero también tenemos que tener cuidado con la soberbia y necedad, recordemos que cuando se tiene equilibrio, es más fácil ser persistente.
Una persona de equilibrio entiende que nada positivo ocurre si no está dispuesto a dar un paso adelante y asumir plena responsabilidad por sus pensamientos y acciones. Sólo cuando se es responsable por sí mismo puede mirarse con honestidad, evaluar los puntos fuertes y débiles, y comenzar a cambiar.
¿cuál de estos puntos va contigo?